En el presente trabajo mostraremos, utilizando elAnálisis del Discurso de Teun Van Dijk y Adriana BolÃÂvar, larelación que existe en los escritos educacionales de PedroGrases con la afectividad, lo cual es, a nuestra manera dever, un vÃÂnculo demasiado estrecho e indisoluble, a tal puntoque sin uno de ellos, educación y afectos, el discurso delmaestro catalán y venezolano por adopción, resultarÃÂa pocomenos que incomprensible. El notable interés por el afectonace en nuestro autor de la experiencia traumática sufrida porconsecuencia de la Guerra Civil española, lo que le permitióentender el profundo sentido formativo de tal sentimiento alllegar a Venezuela en 1937, donde realizó una ciclópea laborde rescate de nuestra historia y coetáneamente ejercer unbrillante magisterio afincado en los afectos, todo lo cualderiva de un proyecto humanista y laico frustrado allá en laPenÃÂnsula, y al cual dio continuidad el Maestro en Venezuela yen el continente americano.