Varias situaciones y experiencias en mi ya larga trayectoria como docente einvestigador de la historia, asàcomo la lectura de autores clásicos de la historiografÃÂa de todos los tiempos y lugares, me han animado a escribir estas reflexiones que bajo el insidioso tÃÂtulo que le di, ojalá motiven a los jóvenes y también a los mayores, cultivadores de esta ciencia social tan nueva y que aún se haya en el tránsito hacia su edificación, a esclarecer algunos conceptos y categorÃÂas, a plantear nuevas problemáticas y a deslastrarse de las viejas y falaces, pero muy influyentes ideas en torno a la historia que han hecho carrera desde tiempos de Heródoto o de Polibio hasta llegar a Edward Gibbon o Leopold Von Ranke, y que nos han llegado con fuerza y autoridad inusitada hasta el presente, los albores del siglo XXI.